“Drive” es una película que tiene muchas virtudes y algunos defectos, pocos. Tiene escenas de una gran violencia, pero necesarias para la trama, son verosímiles.
Estamos ante un retrato que bascula entre el noir y el cine de acción, con algunas fugas hacia el cine de autor.
Tiene varias escenas magistrales: la del ascensor cuando los dos protagonistas se besan por primera vez, en presencia del sicario, la del atraco fallido, la persecución en coche o el paseo en coche de noche de los dos protagonistas.
Hay un tono relajado que presagia marcadamente la tormenta. En este aspecto estamos ante un film arrítmico que se aleja de modelos conocidos y se acerca en algunos momentos al cine de autor.
La puesta en escena es espléndida, los diálogos certeros y sin embargo todo podría haber sido mucho mejor, algunas piezas no acaban de encajar.
Poco sabremos del protagonista, de su pasado. Lo conocemos en un momento concreto, podría ser un perdedor si no fuera porque es un gran conductor con múltiples ocupaciones: especialista en películas, mecánico de un taller peculiar o conductor por tiempo concreto para delincuentes.
Vive solo y no parece tener grandes sueños. Todo cambia cuando se cruza por su camino una amable vecina de veintitantos años que tiene un hijo pequeño (sobre los 7 u 8 años).
El climax nos parece llevar a la famosa frase del tema de Rubén Blades, “Pedro Navaja” que dice textualmente: “(…) si naciste para martillo, del cielo te caen los clavos”, aunque queda espacio para lo imprevisible.
El director, Nicolas Winding Refn logra captar la atención del espectador y todo el reparto funciona a la perfección. Ryan Gosling domina el personaje, expeditivo, de pocas palabras y de carácter bonachón. Carey Mulligan le da una excelente réplica. Ron Perlman, Christina Hendricks y Albert Brooks interpretan de manera brillante. No deja de ser curioso el caso de Brooks, habitualmente director que aquí es un secundario que en las escenas finales se muestra muy violento.
En definitiva, “Drive” es una muestra de cine negro contemporáneo bien elaborado que deja la sensación final de que con estos mimbres se podía haber llegado más lejos todavia.
José López Pérez
En este caso no estoy muy de acuerdo con tu crítica, a mi me parece una de las mejores películas que he visto ultimamente,genial
Un saludo
Yo también acuerdo con LA DE OVIEDO: Fue la mejor película del 2011, no tengo dudas.